Bueno pues para mí es un todo, es algo que engloba mi relación con las personas, conocidas o no, mi relación con el ambiente, con todo lo que entra por mis sentidos, y sobretodo la relación conmigo misma.
He notado que algunas personas me han reclamado el hecho de que parece que ahora ya no me importa nada de lo que les ocurre y que no saben por qué me cuentan sus problemas si “no cuentan conmigo”, sin embargo al cabo de un tiempo vuelven para contar algún otro problema…..
Lo que yo puedo sentir claramente es que al poder escuchar plenamente ya no es necesario ir cargando el costal lleno de problemas ajenos fingiendo que de esa manera nos importan las personas y al final solo entorpeciendo el camino de todos los involucrados.
Cuando soy capaz de escuchar mi propio cuerpo en el día a día puedo notar los cambios sutiles, o no tanto, que van surgiendo en la interacción con el entorno, desde lo que entra por mi boca o por mis ojos, lo que ocurre en casa, lo que ocurre en la calle, etc. Me doy la oportunidad de sentir y darle espacio a lo que aparece sin ser severa o castigadora con mis propios sentimientos como lo hacía en algún tiempo pasado. REconozco a la PB como un parteaguas definitivo en mi vida que agradezco haber encontrado y que ojalá todas las personas a la que se los hemos platicado o compartido, se atrevieran a vivirlo.
Nuevamente, gracias a todas. Bere.
Texto: Berenice Pacheco (practicante de Presencia Biodinámica)
Imagen: Pixabay
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