No hay diferencia en el echo de agarrar o rechazar, son lo mismo, las dos formas de actuar conducen a un nuevo conflicto.
Existe un estado sin deseo, en el cual no se intenta compensar, hay satisfacción en un estado sin deseo.

No se trata de rechazar un objeto o la historia de vida si no de darte cuenta de que no contiene lo que buscas.

Si observamos de cerca. Nos autoengañamos por la satisfacción que nos proporcionan los objetos, nos colman un momento, nos llevan a la plenitud, nos devuelven a nosotros mismos y luego nos cansan perdiendo su magia inicial. Por lo tanto la plenitud que experimentamos no puede estar en ellos, ésta en nosotros.
El error consiste en considerar el objeto como una condición  sin la cual no puede existir.

Cuando entendemos que dicho objeto o historia no es nada más que una idea y no contiene lo que le pedimos, ocurre algo mágico . La sensación que le añadimos a la percepción desaparece por falta de base.
Y no tenemos que despegarnos de los objetos, se desapegan de nosotros cono una fruta madura cae de la rama.

AMOR
Carles

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