Vivir en Presencia Biodinámica sólo puede darse si te permites estar en la inseguridad que da lo desconocido, solo ahí está la expansión.
Cuando estamos algún tiempo en contacto con lo que comporta la Presencia Biodinámica podemos darnos cuenta que el imaginario yo separado y la búsqueda de paz y felicidad que conlleva éste, disminuye. Esto viene acompañado de olas de relajación en el cuerpo y la mente. El cuerpo y la mente, que han estado al servicio de eso que creías ser durante tanto tiempo, encuentran ahora la libertad.
Claro está que si llegas hasta aquí, el siguiente paso (que se da solo) es la reorganización del cuerpo y la mente que se produce progresivamente, pero en ocasiones el cambio es repentino. Como resultado de una transformación tan espectacular, la mente puede desorientarse y la pérdida de estructuras familiares en las que invertimos nuestra identidad puede provocar muchísimo miedo.
En este punto, el deseo de volver a los viejos hábitos de pensamiento y sentimiento, fuente de seguridad puede ser fuerte y, si se sucumbe a ellos, esto permite que el yo imaginario se refuerce nuevamente de mil maneras, puede inventar cualquier enemigo con tal de sentirse seguro.
Amor
Carles
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