Me llama mucho la atención lo poco valorado que está el hecho de «Ser» quien eres. Parece que es mucho más importante, lo «que haces», lo «que vas a conseguir», lo «que serás»,…
Le damos el valor a lo impermanente, a lo que va a cambiar seguro, a lo que está de moda, pasando por alto lo más importante de todo, quien «eres» ahora.
Como si solo estuviese bien «ser», cuando eres famoso, o tienes más seguidores, o te encuentras en un estado determinado, sin tener en cuenta que siempre «eres».
Si haces cualquier rito espiritual, antes de empezar «eres», cuando lo estás haciendo «eres» y cuando has terminado «eres». Parece que seguimos o queremos ese adjetivo calificativo que va detrás del «eres», como si fuese lo más importante y dándole la mínima importancia a lo más extraordinario que tienes en este mismo instante que es «ser».
La moda últimamente del aquí y ahora, de vivir el presente, la utilizamos solo porque está de moda, pero casi nadie quiere ese aquí y ahora, ese presente, lo hacen para obtener algo porque creen que ese «ser» es incompleto, inútil, y muy poca cosa. Entonces no llamamos a las cosas por su nombre.
Puede que pienses, «es que mi práctica es la que me va a llevar a la comprensión de la que hablas, a permitirme ser», pero creo que es otra trampa más para alejarte de lo que «eres» ahora mismo.
Por favor no me mal interpretes, no trato de decir que lo estás haciendo mal, esto sería muy osado por mi parte. Solo intento decir que lo que «haces» no te completa, no te hace ni mejor ni peor. Solo intento decir que ese «eres», siempre te acompaña, siempre vas con el, y es mucho más importante de lo que pensamos, porque va más allá del pensamiento.
Si en este mismo instante abandonaras cualquier tipo de acción espiritual, si dejaras de hacerla, igual serias, y si piensas que esto no es así, quizás tú enganche te impide ver el «ser» tan extraordinario que te acompaña toda tu vida.
Reconozco por la gente que viene a los cursos y a la consulta, que están muy agobiados y pasándolo mal, que muchos quieren que su mente se calle de una vez, o poder dejarla en blanco, pero sinceramente es un poco absurdo esto, estamos tan focalizados en querer cambiar lo que aparece en nuestra cabeza, que hasta que no cambie no me sentiré bien. Pero es tan ilógico como si yo focalizara toda mi atención en el corazón y me empeñase en que dejase de latir un momento porque el pulso es molesto, o que pretendiese que latiese a un ritmo concreto porque he creido que es mejor.
Si abres el foco y descubres todo lo demás, seguramente en ti encontrarás lo que necesitas en cada instante.
El trabajo de presencia biodinámica puede ser un «estar enamorado de la vida tal y como es», y entonces pasas un día muy jodido y no es tan importante por qué sigues «siendo», evidentemente sin imponerlo.
Y por eso mi propuesta atrevida es a seguir en esta línea de estar en contacto pleno con «lo que es», con «lo que soy» sin querer cambiar nada desde mi mente, confiando plenamente en la vida.
Y desde ahí aparece mi ofrecimiento tanto para que puedas recibir sesiones, como para poder venir a un curso de presencia biodinámica. Desde aquí no hay error porque puedo recibirte tal y como eres, sin juicio, sin querer cambiarte, ni mejorarte, solo recibiéndote plenamente, y desde ahí la Inteligencia con I mayúscula hace un trabajo extraordinario, que al permitirlo, hace que tú y yo entremos en contacto sin apegarnos a ninguna expectativa, simplemente «SIENDO QUIENES SOMOS».
Se que parece muy pretencioso, y estoy convencido que la presencia biodinámica es el mejor trabajo del mundo para mí, es como que está en total contacto con LA VIDA tal y como se presenta, y no hay modelo a seguir ya que para cada uno su VIDA se presenta de una manera.
Te quiero
Jose Cánovas
Gracias Jose
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