
En nuestra bulliciosa vida cotidiana quizá sentimos que no tenemos tiempo y lugar para escuchar en calma, para observar de manera fresca. Pero si estamos verdaderamente interesados en encontrar un lugar y un momento para escuchar, la oportunidad se presentará. Es una gracia asombrosa del estar vivo: cuando hay una pequeña llama de anhelo, inesperadamente nos topamos con un banco donde sentarnos y darnos cuenta de que hay más espacio en el universo que la estrecha burbuja dentro de la cual hemos vivido toda nuestra vida.
Con preguntas renovadas vienen nuevas indagaciones y un escuchar nuevo. Cielo y tierra se abren en el simple estar aquí tal como somos, respirando: ¡el milagro de este momento! Nada está separado. Todo esta aquí tal cual es, completamente simple. No hay nadie aquí para adjudicárselo.
Amor
Carles
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