Deja de luchar contra ti mismo: Una práctica para transformar tu vida.
El concepto de “el observador es lo observado” de Jiddu Krishnamurti es una de las ideas centrales de su filosofía. Se refiere a la profunda comprensión de que no hay una separación real entre quien observa (el “yo”, la mente, el sujeto) y lo que es observado (el objeto, el problema, la emoción, etc.). Voy a intentar resumirlo:
1. Unidad entre el sujeto y el objeto: Krishnamurti señala que la división entre el observador y lo observado es una ilusión creada por la mente. Por ejemplo, si experimentas miedo, tendemos a pensar que hay un “yo” separado del miedo que lo observa. Pero, en realidad, el “yo” es el propio miedo.
2. La fragmentación es la raíz del conflicto: Esta división ilusoria es la fuente de los conflictos internos y externos. Creer que somos entidades separadas de nuestros pensamientos, emociones o del mundo nos lleva a luchas internas y a conflictos con los demás.
3. La comprensión directa de lo que es: Cuando te das cuenta de que el observador y lo observado son uno, la mente deja de fragmentarse y surge una comprensión directa, no mediada por el pensamiento o las ideas preconcebidas.
4. En la Escucha plena: es observar sin juzgar, sin comparar ni interpretar, permite esta realización. Es una forma de atención pura, donde el pensamiento no interfiere.
1. La ilusión de la separación
En nuestra experiencia cotidiana, solemos pensar que hay un “yo” separado del mundo que observa, analiza y reacciona a lo que ocurre. Este “yo” se identifica con la memoria, el pensamiento y la acumulación de experiencias. Para la Presencia Biodinámica esta separación es ilusoria.
Por ejemplo, si sentimos ira, decimos: “Tengo ira, pero quiero deshacerme de ella”, como si hubiera un “yo” separado de la ira que pudiera controlarla. Sin embargo, podemos ver que el “yo” es la misma ira. La sensación de ser un observador independiente que intenta cambiar lo observado es una trampa de la mente.
2. El pensamiento como creador de división
Es siempre el pensamiento, basado en el pasado y condicionado por la memoria, es el responsable de crear esta división. Funciona mediante el análisis, la comparación y la categorización, pero esto impide ver la realidad tal como es.
Ejemplo: cuando observamos a alguien que nos ha hecho daño, nuestra mente inmediatamente lo etiqueta según experiencias pasadas (“esta persona es mala, me lastimó antes”). Pero ¿estamos viendo realmente a la persona o solo la imagen que nuestra mente ha construido sobre ella?
3. La disolución del conflicto
Cuando nos damos cuenta de que el observador es lo observado, desaparece la lucha interna entre “lo que soy” y “lo que debería ser”. El conflicto surge porque queremos cambiar lo que observamos sin darnos cuenta de que somos parte de ello.
Si en lugar de resistirnos a una emoción o tratar de cambiarla, simplemente la observamos sin juzgar, sin etiquetar, sin compararla con el pasado, algo profundo sucede: la mente deja de fragmentarse y surge una comprensión inmediata.
4. El papel de la atención plena y la observación sin juicio
La Presencia Biodinámica nos invita a observar sin intervenir, sin intentar modificar la experiencia. Esta observación y escucha plana, sin juicio ni deseo de cambio, permite ver las cosas tal como son.
Cuando miramos con total atención, sin que el pensamiento intervenga, experimentamos una cualidad de percepción completamente diferente, en la que desaparece la separación entre observador y observado. En ese estado, no hay conflicto, porque no hay un “yo” que lucha contra algo externo; todo es una sola realidad.
5. Implicaciones para la vida diaria
• Si comprendemos que el miedo es el que observa el miedo, la ansiedad es la que observa la ansiedad, la división se disuelve y la emoción se comprende de manera total.
• En las relaciones, si dejamos de ver a las personas a través del filtro de nuestros recuerdos y prejuicios, podemos percibirlas de manera nueva y fresca.
• En la sociedad, si entendemos que no somos entidades separadas, sino parte de un todo, se elimina la raíz del conflicto basado en ideologías, nacionalismos y creencias divisivas.
Conclusión
“El observador es lo observado” Presencia Biodinámica es una invitación a experimentar la realidad sin la interferencia del pensamiento condicionado. En este estado de observación pura, la mente no se fragmenta y surge una comprensión que no es intelectual, sino vivencial. La Presencia Biodinámica sugiere que solo desde esta percepción sin separación es posible una transformación real en la conciencia y en la forma en que vivimos.
La idea de “el observador es lo observado” en Krishnamurti tiene una conexión profunda con la Presencia Biodinámica, especialmente en la manera en que nos relacionamos con la percepción, la conciencia y la totalidad del momento presente.
En la Presencia Biodinámica, la clave está en una escucha profunda y en una apertura a lo que surge sin intentar modificarlo. Esto resuena con la observación pura que Krishnamurti describe: un estado en el que no hay un “yo” separado que intenta analizar, controlar o intervenir en la experiencia.
Aquí hay algunos puntos clave de la relación entre ambos enfoques:
1. Presencia sin separación
Cuando practicamos la Presencia Biodinámica, no estamos “haciendo” algo sobre el cuerpo o la energía, sino siendo con lo que es. Esto implica que el observador (quien percibe) y lo observado (las sensaciones, ritmos, movimientos sutiles del cuerpo) no están separados, sino que forman una única totalidad en la experiencia presente.
Krishnamurti dice que la verdadera comprensión surge cuando dejamos de dividir la experiencia en “yo” y “lo otro”. En la Presencia Biodinámica, cuando el terapeuta o el practicante entra en un estado de quietud y percepción abierta, se da cuenta de que no hay un “yo” separado del proceso. La mente no interfiere con expectativas o análisis, sino que se entrega a la inteligencia del momento presente.
2. La percepción sin intervención
Krishnamurti insiste en la importancia de observar sin juzgar ni querer cambiar lo que vemos. En la Presencia Biodinámica, esta idea se traduce en la capacidad de estar con lo que emerge sin imponer una dirección, sin querer corregir ni interpretar.
Por ejemplo, cuando sentimos una marea, una pulsación o un movimiento en el campo biodinámico, en lugar de pensar en “qué significa” o “cómo guiarlo”, simplemente estamos con ello, permitiendo que la inteligencia inherente del sistema se exprese.
3. La disolución del control y el descanso en la totalidad
En el trabajo de Presencia Biodinámica, cuando el terapeuta o el practicante se disuelve en la percepción pura, el sistema responde desde su propia sabiduría sin que haya una manipulación externa. Esto es muy similar a lo que Krishnamurti señala: cuando nos damos cuenta de que somos lo que observamos, el conflicto desaparece y solo queda lo que es.
En ese estado de no separación, el sistema se reorganiza por sí mismo. No porque “alguien” lo haga, sino porque la vida, cuando no es interferida, encuentra su equilibrio natural.
4. El Campo de Quietud y la Conciencia sin Fragmentación
Krishnamurti habla de una percepción sin el filtro del pensamiento condicionado. En la Presencia Biodinámica, esto se experimenta como un estado de quietud profunda, donde la mente deja de dividir la experiencia en categorías, permitiendo que el Campo de Quietud Dinámica sostenga la totalidad del proceso.
Es en este estado de quietud donde la inteligencia biodinámica puede manifestarse de manera más clara. En la Presencia Biodinámica, este es el espacio donde surgen los ajustes más profundos sin que haya un “hacedor” que los controle.
Conclusión
El concepto de “el observador es lo observado” y la Presencia Biodinámica nos llevan a la misma realización: no hay separación entre quien percibe y lo percibido. En el estado de presencia pura, sin interferencias de la mente analítica, el proceso de sanación o de comprensión ocurre de manera natural, porque lo que somos y lo que experimentamos son una misma cosa.
Si quieres profundizar en algún aspecto en particular, dime.
El Observador es lo Observado y la Presencia Biodinámica
Cuando hablamos de “el observador es lo observado”, estamos diciendo que no hay una separación real entre quien percibe y lo que es percibido. Normalmente, creemos que hay un “yo” que observa algo afuera o dentro de nosotros (una emoción, un pensamiento, una sensación corporal), pero ¿y si esa separación fuera una ilusión?
Ejemplo cotidiano:
Imagina que sientes ansiedad. Normalmente, pensamos:
“Yo tengo ansiedad y quiero calmarla”.
Pero si observas con atención, te das cuenta de que no hay un “yo” separado de la ansiedad. El que observa y la ansiedad son lo mismo.
Ahora, en la Presencia Biodinámica, trabajamos con esta misma idea. No intentamos “arreglar” nada ni “hacer” algo sobre el cuerpo o la energía. En lugar de eso, simplemente estamos con lo que sucede, como testigos abiertos, sin juicio.
Cuando un terapeuta de Presencia Biodinámica entra en quietud y escucha los ritmos del cuerpo, no está observando desde afuera, sino que es parte del proceso. No hay un “yo” separado del campo de vida que se está expresando.
Ejemplo en una sesión de Presencia Biodinámica:
Si un terapeuta percibe un movimiento sutil en el sistema del paciente y simplemente lo observa sin intentar manipularlo, permitiendo que la inteligencia del cuerpo se exprese, ocurre algo poderoso: el propio sistema encuentra su equilibrio sin intervención externa.
Esto es exactamente lo que Krishnamurti nos dice: cuando dejamos de crear división entre quien observa y lo observado, surge una transformación real. En la Presencia Biodinámica, esto significa que el cuerpo, la energía y la conciencia pueden reorganizarse de manera natural cuando se les da espacio y presencia total.
Conclusión:
Tanto en la enseñanza de Krishnamurti como en la Presencia Biodinámica, la clave es dejar de fragmentar la experiencia y simplemente estar con lo que es, sin juicio, sin esfuerzo, en total apertura. Es en ese estado donde la verdadera transformación ocurre.
Cómo transformar tu vida con la Presencia: El Observador es lo Observado
Muchas veces sentimos que hay un “yo” que observa lo que sucede dentro de nosotros: nuestros pensamientos, emociones y sensaciones. Por ejemplo, podemos decir:
• “Estoy enojado, pero no quiero sentirme así.”
• “Tengo miedo, pero quiero eliminarlo.”
Parece que hay dos partes dentro de nosotros: una que siente y otra que observa y quiere cambiar lo que siente. Pero, ¿y si esta separación fuera solo una ilusión?
El Observador y lo Observado son lo mismo
Jiddu Krishnamurti nos dice que el observador es lo observado. Esto significa que no hay un “yo” separado de la emoción o el pensamiento.
• El miedo es el que observa el miedo.
• La tristeza es la que observa la tristeza.
Cuando realmente entendemos esto, dejamos de luchar contra nuestras emociones y comenzamos a vivirlas plenamente, sin resistencia.
Cómo aplicar esto en tu vida
En lugar de intentar controlar lo que sientes, prueba simplemente observarlo sin juzgarlo. No intentes analizar ni cambiar nada. Solo siéntelo.
Por ejemplo:
• Si sientes estrés, no digas “quiero que desaparezca”. Solo siéntate y obsérvalo. ¿Cómo se siente en tu cuerpo? ¿Dónde lo notas?
• Si sientes miedo, no intentes distraerte. Solo quédate con él y dale espacio.
Algo increíble ocurre cuando hacemos esto: cuando dejamos de resistirnos, la emoción se transforma por sí misma.
La Presencia Biodinámica y el Poder de la Observación
Esto mismo sucede en la Presencia Biodinámica. No intentamos “hacer” algo sobre el cuerpo o las emociones. En lugar de eso, simplemente estamos con lo que surge, con total atención y sin intervenir.
Cuando nos rendimos a la experiencia sin luchar, el propio cuerpo y la conciencia encuentran su equilibrio natural. No porque hagamos algo, sino porque dejamos de interferir.
Conclusión: Deja de luchar y observa con total atención
El crecimiento personal no se trata de cambiar quién eres, sino de aprender a estar completamente presente con lo que ya eres. Cuando comprendes que el observador y lo observado son lo mismo, desaparece el conflicto interno y surge una transformación profunda.
Si realmente quieres crecer, empieza por observarte a ti mismo con total honestidad y sin juicio. En esa simple acción, está la clave del cambio real.
Deja de luchar contra ti mismo: Una práctica para transformar tu vida
El problema de la resistencia interna
Muchas veces queremos cambiar lo que sentimos:
• “No quiero sentir ansiedad.”
• “Quiero dejar de enojarme tan rápido.”
• “No debería sentirme así.”
Pero, ¿te has dado cuenta de que cuanto más luchas contra una emoción, más fuerte se vuelve?
Krishnamurti nos dice que esto sucede porque el observador es lo observado. Es decir, la parte de ti que quiere cambiar la emoción es la misma emoción. Cuando intentas rechazar lo que sientes, solo estás alimentándolo.
Ejercicio práctico: Observar sin intervenir
Vamos a hacer un ejercicio simple pero poderoso para experimentar esto.
Paso 1: Encuentra un momento de calma
Siéntate en un lugar tranquilo, cierra los ojos y respira profundamente. No necesitas hacer nada especial, solo estar presente.
Paso 2: Elige una emoción o sensación
Piensa en algo que te incomode o te genere conflicto:
• Un miedo
• Una preocupación
• Una sensación en tu cuerpo
Obsérvalo sin tratar de cambiarlo.
Paso 3: Nota cómo reaccionas
Tu mente quizás diga: “No quiero sentir esto”, ”¿Cómo lo elimino?”. Solo observa ese impulso sin actuar sobre él.
Paso 4: Déjalo estar, sin juzgarlo
Aquí está la clave: en lugar de intentar cambiar la emoción, simplemente siéntela completamente.
• ¿Dónde la sientes en tu cuerpo?
• ¿Tiene una temperatura, un peso, un movimiento?
• ¿Qué pasa si solo la observas sin querer que desaparezca?
No luches contra ella, no la analices, no la resistas. Solo obsérvala como si estuvieras viendo una nube pasar por el cielo.
Paso 5: Descubre lo que sucede
Si realmente te entregas a la observación, notarás que la emoción empieza a transformarse por sí sola. A veces se disuelve, a veces cambia de forma, y a veces simplemente deja de ser un problema.
¿Por qué? Porque al no resistirte, la energía emocional fluye y encuentra su equilibrio natural.
Cómo aplicar esto en tu vida diaria
• Cuando sientas estrés, en lugar de intentar calmarte, obsérvalo sin juicio.
• Si alguien te molesta, antes de reaccionar, nota la emoción en tu cuerpo y deja que exista.
• Si tienes pensamientos negativos, obsérvalos sin identificarse con ellos.
Conclusión: La sanación ocurre en la aceptación total
El Presencia Biodinámica no se trata de eliminar emociones o pensamientos, sino de aprender a estar con ellos sin resistencia.
Cuando comprendes que el observador es lo observado, dejas de pelear contigo mismo y descubres un espacio de paz profunda y transformación natural.
Amor
Carles
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