Darnos cuenta de que cada vez que nos encontramos con el otro es con uno mismo con quien nos encontramos. Si fuéramos conscientes de esto te aseguro que nuestras relaciones serían totalmente distintas, entonces recordarías que aquel con quien te encuentras es un espejo y que lo que tú percibes no son más que tus propios juicios que impones sobre él o la situación.
Creemos que hay algo externo a nosotros con quien nos estamos relacionando, pero no es así. Es posible que aún no hayas tenido esa evidencia, no obstante, podrás reconocer que cuando te encuentras con el otro o alguna situación, de lo único que eres consciente es de tus propios pensamientos acerca de lo que está ocurriendo. Lo único que experimentas son los sentimientos que sientes por esa persona o situación, producidos por los pensamientos que tienes de ella. Todo eso ocurre en la mente. Estás tomando todas esas decisiones en función de los pensamientos y emociones que experimentas con quien o lo que te relacionas; entonces te acercas o te distancias. Pero en realidad, esa decisión que tomas no tiene nada que ver con la persona o situación que ves, sino con lo que ya está dentro de ti y proyectas fuera.
Cuando tratas de cambiar a alguien no puedes tener éxito porque lo que en realidad tratas de cambiar es lo que tú ves en esa persona y lo que ves en esa persona es un pensamiento, una creencia tuya.
Lo único que hacen tus relaciones es informarte continuamente. Te informan de si estás alineado con tu realidad o no, al darte cuenta de qué está surgiendo en ti. ¿Cómo saber si se está alineado o es real tu percepción? Muy fácil: si estás alineado o enfocado te sentirás feliz, y si no lo estás, sentirás cualquier otra cosa y lo único que requerirá es que vuelvas a mirar a esa relación tal como es en realidad en lugar de usar el tiempo para tratar de cambiarla o ajustarte a ella. ¿Puedes ver la inmediatez de esto? Es sólo darte cuenta, tomar consciencia de tu sensación, lo que cambia todo lo que te rodea. Sé que puede parecerte imposible o difícil que eso sea así debido a lo sencillo que es, pero la realidad es simple y sencilla.
Amor
Carles
Si Berenice, seguro tu o los asistentes a los seminarios me han escuchado decir que muchas veces me escucho decirlo lo mismo com un loro y me aburro a mi mismo.
Justo como tu comentas lo de los niños, la vecina los ve con su realidad y los padrea con la suya y justo esto es lo que le achacamos al orto (el bebe en este caso, ¨espejo ¨) lo que en realidad es , es nuestra historia de vida no digerida que proyectamos fuera para poder tomar consciencia de lo que necesitamos, de lo que esta en nosotros. Esto seria mirar la relación tal como es el lugar de…
la relación es una grandísima oportunidad de poder crecer y dejar crecer , No hay otro.
un abrazo