Con frecuencia me hacen esta pregunta: “¿Cómo puedo protegerme de cargar con las ‘cosas’ de los demás?”. Parece que en todas partes se busca una respuesta a esta enigmática pregunta. En la jerga contemporánea, la palabra empático se suele utilizar para referirse a alguien que tiene problemas con lo que podríamos llamar “síndrome emocional permeable o síndrome de la fuga emocional”, es decir, el problema de experimentar las energías de otras personas y confundirlas con las propias, o simplemente sentirse abrumado por las emociones de los demás.
De hecho, algunas personas pueden tener un alto grado de sensibilidad, y pueden sufrir por ello. Sin embargo, no suele ser una sensibilidad elevada, sino la falta de conexión con la tierra y de encarnación lo que provoca la sensación de agobio, que a menudo tiene su origen en problemas de vinculación.
Sanar el trauma de raíz crea una sensación más estable de encarnación, lo que permite a la persona experimentar su alta sensibilidad más como un don que como una maldición.
Podríamos pensar en ello como en un árbol con una gran corona de ramas; necesitará unas raíces igualmente fuertes para mantenerse erguido. Una vez más, no es que hayamos absorbido las emociones de otra persona como si fuéramos esponjas humanas sin barreras ni límites, sino que, en algún lugar de nuestro interior —quizá en un lugar oculto—, estamos en resonancia con las energías emocionales no satisfechas o las experiencias de congelación de nuestro trauma. Como la cuerda de un piano con un diapasón, nos sentimos vibrar en resonancia simpática con los ritmos que nos trae su presencia. No sentimos las emociones de la otra persona, sino las nuestras. En lugar de intentar protegernos de la energía de los demás, podemos optar por explorar con curiosidad la resonancia entre nuestras heridas internas. El reto no es cómo protegernos, evitar o alejar las emociones abrumadoras que sentimos estando con los demás, sino cómo estar presentes con otros cuando surgen emociones difíciles, de modo que podamos ayudar a la coregulación de las energías intensas, en nuestro beneficio y ayudaremos al otro .
La regulación emocional hace posible la digestión y la integración, para que los sentimientos difíciles puedan procesarse y resolverse por completo. Y esto nos devuelve a la relación.
Amor
Carles
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